Actualizado el 08/07/2023
¿Cómo cocinar más sano?
Si planeas vivir mucho tiempo y hacerlo de la mejor manera, entonces debes adoptar un estilo de vida saludable que comienza por comer equilibradamente.
Más que por un asunto de moda o vanidad, es necesario concientizarnos de la importancia que tiene la ingesta adecuada de alimentos, pues son el combustible con el que nuestro cuerpo trabaja y depende de la calidad de ese combustible nos sentiremos mejor o peor.
Cuida también, la forma en que cocinas lo que comes, la preparación es vital a la hora de añadir o quitar nutrientes o colesterol demás a un alimento que podría ser saludable en su estado natural.
Buena calidad: Comienza por escoger materia prima de primera calidad, prefiere las verduras y frutas orgánicas, pues tienen menos químicos e insecticidas que las normales en el proceso de crecimiento.
Quizás cueste un poco más, pero vale la pena, piensa que en lugar de gastar estás invirtiendo en tu salud. Los productos congelados pueden ser igual de buenos que los frescos si los descongelas adecuadamente en el frigorífico o microondas.
No a los precocinados: Por el afán, la pereza o la falta de habilidades culinarias, recurrimos muchas veces a las alternativas de alimentos precocinados que ofrece el mercado, cuya preparación consta, únicamente, de un par de minutos en el microondas.
Si quieres adoptar un estilo más saludable, evítalos, suelen llevar más grasas, sales y aditivos artificiales que los regulares preparados en casa y además no sabes la calidad de la materia prima usada en la elaboración.
Aceite de oliva: Cocinar con aceite no es una norma, a veces lo utilizamos sin ser necesario. Pero en algunos casos, lo es.
Reemplaza el normal por el Aceite de Oliva, sus ácidos grasos tienen un efecto benéfico en el sistema cardiovascular.
Sazonador natural: Los que ofrece el mercado no son los más saludables, pues contienen ingredientes artificiales y saborizantes fuertes para lograr más sabor.
Olvídalos. Con un poco de ajo, cebolla, perejil, cilantro y pimentón, conseguirás un sazonador excelente más natural y hecho en casa.
Menos sal: Evita los saleros en la mesa, eso disminuirá la tentación de agregarla continuamente.
No la añadas a los alimentos que no la necesitan y trata de acostumbrarte a usarla en pequeñas cantidades.
Cocción: Al vapor, a la plancha, hervido, al horno. Hay múltiples formas de preparar los alimentos, intercala entre una y otra para adquirir nutrientes que un método elimina y el otro añade.
Especias: En pequeñas cantidades, sirven para aliñar y hacen que los alimentos sean más fáciles de procesar.
Limita el consumo de grasas: Si eres de las que frita varias veces en la semana, este es el primer hábito que debe transformarse.
Las grasas saturadas no son buenas para el organismo, tienden a aumentar el colesterol por no mencionar otros trastornos. Disminuye al máximo los fritos, haz los productos de otra manera, asados o al vapor. Es mucho más saludable.
Los hábitos que se adquieren en casa, en familia, se conservan durante toda la vida, razón de sobra para inculcar desde ahora la importancia de una alimentación saludable en casa.
Ahorrarás dinero y tendrás una salud más óptima y duradera.
Image courtesy of «tiverylucky»/ FreeDigitalPhotos.net
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